"El enoturismo debe plantearse como un valor a cuidar para poder hacer que los destinos enoturísticos sean sostenibles y no como una mercancía", ha dicho a EFE el director nacional de Planificación y Desarrollo Turístico del Ministerio de Turismo de Argentina, Sergio Castro.

Lo ha explicado dentro de la 7ª Conferencia Mundial del Enoturismo de la Organización Mundial de Turismo (OMT), que se celebra por primera vez en España, con la participación de más de 300 profesionales del sector de 40 países y que concluye este viernes en Logroño, donde se ha desarrollado.

La Delegación de Argentina ha presentado a esta reunión mundial, organizada por la OMT, las propuestas de sostenibilidad enoturística, en las que el enoturismo, ha subrayado, forma parte de una cultura de sostenibilidad de los territorios y no como mercancía, y que son extrapolables al resto de regiones vitivinícolas.

Argentina, ha informado, es un país en el que el 80 % de su territorio es rural y en el que en los últimos años ha pasado de tener 200 bodegas a más de 400 en 17 provincias que generan enoturismo.

Se ha pasado también de tener 12 regiones que desarrollaban enoturismo en los últimos cuatro años a las 17 que lo hacen actualmente con el apoyo y con una visión de sostenibilidad, ha dicho.

El país, ha subrayado, ha forjado una manera de desarrollar localidades y de entender el turismo del vino dentro del espacio del turismo rural, con la integración de la producción alimentaria y de los valores culturales de estas zonas, que, en conjunto, les dan valor y crecimiento económico.

En este contexto, ha trasladado la importancia de que "el enoturismo" sea considerado por los actores públicos y privados como una fuente de ingresos para los territorios vitivinícolas, que incluye actividad vinculada al vino, pero también agricultura, gastronomía, cultura y patrimonio de estas zonas.

Por lo tanto, "debe ser considerado como un valor a sostener y no como una mera mercancía" para conseguir también que el destino turístico sea sostenible en el tiempo, ha recalcado Castro.

Ha abogado, además, por la implicación de todos los actores en el ámbito turístico para conseguir que la juventud vea en el ámbito rural un futuro de oportunidades desde distintas actividades, entre ellas, todo lo relacionado con el enoturismo.

Castro también ha considerado que el enoturismo debe salir del enfoque de una compra y venta de servicios y pasar a ser un hecho social que transforma realidades y genera crecimiento económico en los territorios.

Ha destacado la experiencia enoturística de Argentina en mercados de cercanías, economía circular, recambios energéticos para el sector turístico, que "hablan de la sostenibilidad y que conciben el turismo como una herramienta de desarrollo local sostenible y no solo como un cambio de bienes de servicios".

Finalmente, ha considerado que corren buenos tiempos para el enoturismo en Argentina, que lleva muchos años trabajando en este ámbito, y que tienen a Mendoza como "nave insignia".

Esta Conferencia Mundial del Enoturismo de la OMT, que se celebra desde ayer y hoy en la capital riojana, en una zona eminentemente vitivinícola, en la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, concluirá con la presentación de las conclusiones y anuncio del enclave de la 8º edición.