La Justicia en La Rioja Baja no supera su situación de colapso y la propia Junta de Jueces de Calahorra es consciente del «deterioro del servicio público para la administración de Justicia en el partido judicial». Y la situación no es nueva. A mediados del pasado ejercicio 2024, los propios magistrados acordaron solicitar una medida de refuerzo de carácter transversal para los tres órganos. La demanda recibió el visto bueno de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR) así como por parte del pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Sin embargo, la solicitud cayó en saco roto y fue denegada por el ministerio de Justicia desde donde se aludió a «falta de presupuesto».
La situación, lejos de mantener una tendencia hacia la agilización, se ha agravado en los últimos meses. Tal es así, que la Junta de Jueces de Calahorra volvió a elevar la solicitud de una medida de refuerzo el pasado mes de febrero y de nuevo, a la Sala de Gobierno del TSJR.
Es la respuesta que remiten los Juzgados de Calahorra a las diferentes peticiones materializadas en el seno de los numerosos asuntos que permanecen pendientes y a los que no se puede dar salida. Una situación de colapso y caos que, como avanzó este periódico el pasado 6 de febrero presenta una demora de hasta cuatro años en asuntos penales y otros que se inmortalizan durante ocho año en instrucción.
En el marco de una situación que perjudica directamente a la sociedad en general en su derecho de acceso a la Justicia, el partido Judicial de Calahorra proyecta la imagen propia de una tormenta perfecta. La Justicia de La Rioja Baja sufrió, como el resto de tribunales de Justicia, los efectos de las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia del covid-19. Superado el virus y restablecidos los cauces de tramitación judicial, llegaron los dos incendios provocados en las instalaciones judiciales lo que derivó en un puntual y temporal traslado a Logroño lo que, a su vez, originó nuevos y severos retrasos. Y a todo ello, se suma una falta de medios humanos y materiales que impiden recuperar una relativa normalidad que de por sí se ajusta ya a los retrasos. Luego llegaron las huelgas de funcionarios y letrados de Justicia.
Todo ello en un partido judicial que supera con creces los módulos establecidos por Ley en cuanto al ingreso de casos.
Producción. Ahora son los propios jueces del partido judicial de Calahorra los que insisten, por segunda vez, en una medida de refuerzo que permita ir solventando casos. De hecho, la producción de los magistrados supera con también con creces los cánones establecidos y aun así, Calahorra continúa sumida en un caos judicial.
Según ha podido saber El Día de La Rioja, hace aproximadamente dos semanas Javier Marca, presidente del TSJR, pronunció una ponencia en el Ilustre Colegio de la Abogacía de La Rioja (ICAR) en la que dejó caer la carencia de medios existente en la Comunidad para la administración de Justicia.
Una situación que, desde luego, no es nueva, pero a la que ahora quieren poner freno los jueves de Calahorra.