Carlos Sainz y su copiloto Lucas Cruz presentaron ayer el Audi RS Q e-tron, coche totalmente eléctrico con el que participarán en el Dakar 2024 junto a la marca por tercera vez a partir del 5 de enero y con el que esperan competir por la victoria final.
«Es el mejor Audi de los tres años. El año pasado las suspensiones nos dieron algún quebradero de cabeza e inmediatamente después del rally empezamos a pensar que había que tomar otro camino. Vamos con un coche a nivel de suspensiones mejor, más efectivo, más confortable y eso nos va a ayudar», señaló el madrileño.
El triple ganador de la prueba no quiso pronunciarse acerca de si está será la última vez en la que participe en la carrera y afirmó que analizará su futuro cuando acabe la próxima edición.
«Mi futuro no lo sé. Toda la energía esta en el Dakar de este año y cuando acabe habrá tiempo de analizar cómo ha ido, cómo me he encontrado físicamente, cómo de competitivo he sido, si me he divertido... son preguntas que uno se tiene que hacer, sobre todo a estas alturas de la carrera deportiva», argumentó el piloto español de 61 años.
«Dejaré un par de días, seré honesto conmigo mismo, me preguntaré esas cosas y veré si la balanza cae hacia el lado de seguir intentándolo. Me miraré al espejo, me haré esas preguntas y contestaré. Me he ganado el derecho a que se respete cualquier decisión que sea, seguir en otro proyecto si existe y lo decido, y parar si decido parar», añadió durante la presentación del coche (Audi) con el que se volverá a lanzar a las dunas.
Preguntado acerca de dónde saca la motivación declaró que probablemente la encuentre en que disfruta haciendo lo que hace porque le «sigue compensando». «Cada año cuesta más, todos aquí vamos cumpliendo años y a partir de ciertas edades la motivación y el cuerpo para estar igual o más en forma que el año anterior requiere más esfuerzo y más trabajo», indicó.