Carlo Ancelotti argumentó el pasado mes de septiembre que sus lanzadores de penalti eran Joselu Mato, Luka Modric y Vinícius Júnior, pero todos estos, junto a Rodrygo Goes, ya han fallado lanzamientos desde los 11 metros esta temporada, en una faceta del juego que podría ser decisiva.
«Depende de los encuentros, pero el orden es: primero Joselu, que tiene mucha experiencia; después Modric, que también lo hace bien; y después, Vinícius», fue la frase literal del entrenador italiano días después de que Rodrygo fallase una pena máxima a su favor en Balaídos.
Pero no fue un error cualquiera. El preparador de Reggiolo mostró su enfado de forma vehemente, ya que en sus planes aparecía Modric como el lanzador. Lo pidió, pero su indicación no llegó a buen puerto.
Una circunstancia que se dio en el inicio de una gran sequía realizadora de un Rodrygo que acabó 'borrándose' de patear un lanzamiento de penalti frente a Osasuna después de más de 30 disparos sin celebrar un tanto. De la que, con el apoyo incondicional de Ancelotti, como reconoció el brasileño, salió hasta sumar ya nueve dianas y cinco asistencias en su mejor tramo de lo que va de campaña.
Un chut desde los 11 metros que falló el primer lanzador señalado por el técnico transalpino, Joselu. Además, Vinícius erró otro en la pretemporada en el amistoso contra el Barcelona.
Por ello, al italiano solo le quedaba en la recámara la bala de Modric como experto en este tipo de situaciones del juego. Sin embargo, frente al Unión Berlín, tampoco acertó, ya que su lanzamiento al medio los sacó Frederik Ronnow con los pies, por lo que la lista de ejecutores ha acabado por convertirse en una concatenación de fallos.
Cuatro penaltis -tres en partidos oficiales- chutados por el Real Madrid y pleno de errores. Un cuatro de cuatro que, a pesar de no costar puntos, sí podría pasar factura de cara a futuras tandas que decidan eliminatorias y títulos en torneos del KO.
Falta un especialista
Una tarea desde los 11 metros que dominaba Karim Benzema, con 32 goles anotados y solo cinco penaltis sin convertir. Un 86,49 por ciento de acierto.
Sin embargo, desde su sorpresiva marcha el pasado verano rumbo al fútbol saudí, el porcentaje en el cuadro merengue es del cero por ciento y con sus lanzadores, en teoría, más fiables sin cumplir con dicha condición.
Es más, desde la salida de Cristiano Ronaldo en 2018, habitual lanzador en su etapa en Chamartín, en unos galones que asumieron Sergio Ramos y Benzema, el Madrid ha tirado 66 penas máximas y ha fallado 12.
Fallos nunca antes vistos en el siglo XXI en Chamartín, ya que la entidad española nunca había enganchado tres penaltis no marcados seguidos en partido oficial.