La comunidad universitaria ha presentado más de 150 enmiendas a la propuesta de reforma de los estatutos de la UR. Un paso necesario para adaptar la normativa de todas las universidades a la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) y que, en este caso, la institución universitaria riojana acelera a pesar de disponer de plazo hasta abril de 2026. La celeridad con la que el rectorado se ha autoimpuesto la reforma de estatutos constituye una de las críticas de un sector universitario que observa una premura inusitada por cerrar el nuevo reglamento de forma previa a las elecciones a rector, previstas para noviembre de este mismo ejercicio.
Entre otras cuestiones, ratifican sus sospechas mirando al artículo 66.1 de la propuesta para los nuevos estatutos en la que se contempla un endurecimiento de los requisitos necesarios para poder optar al máximo cargo universitario.
La nueva normativa de universidades establece la obligatoriedad de acreditar «una alta capacidad investigadora, una acreditada trayectoria docente así como una suficiente experiencia de gestión universitaria en algún cargo unipersonal» pero deja a merced de la Universidad su concreción. En este sentido, la propuesta de la UR fija «seis años de experiencia» cuando los mandatos, hasta la entrada en vigor de la nueva Ley, eran siempre de cuatro. De ahí, que «muchas de las enmiendas de las más de 150 planteadas» vayan en la línea de retrasar los seis años propuestos hasta el uno de enero de 2025. Una fórmula, que siempre en base al testimonio de este colectivo universitario, permitiría abrir el abanico de candidatos hasta unos setenta miembros de la comunidad universitaria. La propuesta de reforma, en sus términos actuales, lo limitaría a aproximadamente diez.
El colectivo universitario, que constituye una férrea oposición a la gestión del actual equipo rectoral, cuestiona igualmente la celeridad con la que se gestiona la reforma de los estatutos. El plazo para la presentación de enmiendas concluyó el pasado lunes y «se convoca la Mesa del Claustro, previsiblemente, para este viernes 20 de septiembre», coincidiendo con el disparo del cohete de las fiestas de San Mateo. Es decir, «para el viernes se han tenido que estudiar y valorar las más de 150 enmiendas lo que resulta práctica y temporalmente imposible», señalan literalmente desde el colectivo opositor. La Mesa decidirá, a su vez, la fecha en la que se convocará el Claustro, organismo que deberá aprobar, o no, los nuevos estatutos adaptados ya a la nueva normativa universitaria y la inclusión de enmiendas.
El colectivo opositor considera que se trata de unos plazos que «hurtan un debate serio, sereno y democrático a la comunidad universitaria» cuando la fecha límite se sitúa en el horizonte de abril de 2026. Una estrategia que, con elecciones a la vista, «hace sospechar» del interés del actual equipo rectoral por mantener los despachos de responsabilidad.
acciones judiciales. Es pronto aún para adoptar decisiones de más calado, pero el colectivo avanza la posibilidad de emprender acciones judiciales en el caso de que los estatutos salgan adelante bajo su formulación actual.
Recuerdan que en la actualidad ninguna universidad española ha dado luz verde a su nuevo reglamento adaptado a la LOSU. Eso sí, existen propuestas como la de la Universidad de Zaragoza que en este apartado recoge «cuatro y no seis años de experiencia. Una universidad de mayor envergadura» que la riojana. En opinión de este sector universitario, todo indica que se están confeccionando «una traje electoral a medida a través de los estatutos, que son la norma más importante de las universidades públicas», concluyen. El proceso de reforma, y el posterior electoral prometen nuevos episodios en un clima un tanto hostil.
«El debate se facilitará en el Claustro»
«De momento, todo son propuestas, no hay nada definitivo». Es la respuesta oficial de la UR sin que, de momento, exista un portavoz que ponga voz a la versión oficial. «Ahora es la Mesa del Claustro, cuando se reúna, la que tendrá que desarrollar un trabajo administrativo para ordenar las enmiendas y validar las que se hayan presentado en tiempo y forma». Considera la UR que de esta forma «se facilitará el debate sobre Estatutos en el seno de un Claustro que dispone de 100 miembros».