Guardia civil, mediática, campeona del mundo de la especialidad de Muay Thai, comprometida con la lucha contra el cáncer, activista contra la violencia de género, ocasionalmente modelo con fines benéficos y desde hace unas semanas, formadora en defensa personal en la Unidad de Acción Rural (UAR), en la que se encuadra el Grupo de Acción Rápida (GAR) del Instituto Armado con sede en la capital riojana. Yohanna Alonso interpuso la semana pasada en el juzgado una denuncia por la vía penal por acoso laboral, precisamente, por unos hechos relacionados directamente con su faceta de formadora en la unidad de elite de la Guardia Civil.

Fuentes del propio Grupo especializado aseguran que los hechos se desencadenaron tras una charla impartida por la propia Alonso a raíz de la cual, se sucedieron una serie de comentarios en redes sociales de carácter ofensivo para la faceta profesional de la agente. Comentarios en los que, en principio, tres guardias civiles, arremetían contra Yohanna Alonso por impartir cursos en el GAR sin pertenecer a una unidad que requiere superar un exigente Curso de Adiestramiento Especial impartido por el Centro de Adiestramientos Especiales (CAE) de la Guardia Civil.

«Imagen de igualdad». Las mismas fuentes consultadas por El Día de La Rioja próximas al Grupo de Acción Rápida aseguran que, entre algunos integrantes de la Unidad de Acción Rural, no ha sentado demasiado bien la decisión procedente de «arriba» de traer a la agente de la Benemérita experta en artes marciales para impartir formación a una unidad considerada de elite.

Imagen de archivo de un entrenamiento del GAR - Foto: IngridDe hecho, las mismas fuentes próximas a la UAR insisten en que algunos agentes creen que se trata de «una maniobra de marketing» con el objetivo de «proyectar una imagen de igualdad» en el seno de la Guardia Civil. 

No han trascendido los comentarios publicados por los agentes salvo uno en el que calificaban a Yohanna Alonso como «mascota de la Guardia Civil». En cualquier caso, la denunciante tuvo que ser atendida por un especialista por un ataque de ansiedad tras la sucesión de post y comentarios expuestos en unas redes sociales donde Alonso cuenta con miles de fieles seguidores.

Menos hierro. Con todo, y con unos hechos a los que las mismas fuentes consultadas por este periódico intentan quitar hierro, será el juzgado el que coordine una investigación puesta en marcha tras la interposición de la denuncia y que tratará de determinar el alcance de una situación con la que, desde luego, no se contaba en la dirección del Instituto Armado.

Existía interés en el seno del GAR en que Yohanna Alonso impartiera formación en defensa personal en la sede de la Comandancia de la capital riojana. De hecho, hace ya meses, un miembro del Grupo de Acción Rápida publicó en sus redes sociales «te esperamos en Logroño Yohanna». 

La agente ha contado desde hace tiempo con una importante repercusión mediática por los éxitos cosechados en las artes marciales. Ha levantado, al menos, dos campeonatos del mundo de Muay Thai.

También disfrutó, ya en el pasado, de espacios en el papel couché debido a su relación sentimental con el actor Antonio Velázquez. 

Redes sociales con miles de aplausos y mínimas críticas

La polifacética vida de Yohanna Alonso le ha llevado incluso a posar como modelo, y según las hemerotecas, siempre bajo fines solidarios. Sus publicaciones en redes sociales presentan a una mujer que proyecta con absoluta normalidad las diferentes actividades que lleva a cabo en su vida, profesional, deportiva y particular a pesar de forma parte de una Guardia Civil que tradicionalmente ha estado alejada de focos mediáticos particulares. Sus post reciben, al menos alguno de ellos, cientos de comentarios y en la inmensa mayoría de los casos, aplaudiendo cada una de sus facetas: guardia civil y deportista comprometida con la lucha contra el cáncer y contra la violencia de género. De hecho, algunas de sus publicaciones presentan, precisamente, cursos de defensa personal con mujeres en los que enseña a protegerse de agresiones machistas.

Redes sociales que, en definitiva, presentan a una mujer que recibe miles de aplausos, pero también, las mínimas, alguna crítica.