La semana pasada tuvo lugar uno de los hechos más crueles y duros de este 2024. El 22 de febrero la policía recibió un aviso de un incendio en un edificio de viviendas de 14 plantas ubicado en Valencia, en donde las llamas se originaron en el séptimo piso.
El suceso dejó diez personas fallecidas y otras 15 heridas. Siete de ellas son bomberos, y de estas, uno permanece ingresado aunque su vida no corre peligro.
El decano del Colegio de Arquitectos de La Rioja, Ángel Carrero, explica que el problema más importante en estos momentos es que se desconoce el origen y las causas que han provocado esta tragedia.
Indica que este suceso es un caso en el que los paradigmas que se entienden necesarias para proteger los edificios contra los incendios no han cumplido las expectativas. «El protocolo y la normativa para actuar contra incendios ha quedado desbaratado a la hora de determinar como se tiene que actuar, tanto a la hora de proyectar como el momento de actuación de los bomberos», señala.
Los elementos contra incendios tienen que resistir para evitar que ese edificio pueda sucumbir. Carrero apunta que la normativa actual tiene en cuenta que los elementos que se usan ahora son interiores para que el fuego no pueda pasar. «En este caso, este suceso ha sido algo novedoso, ya que el fuego ha venido por fuera, no de dentro», comenta.
En este punto, asegura que lo que ha pasado no se puede saber hasta que no acaben las investigaciones porque están bajo secreto judicial. «Desconocemos que material concreto ha sido el que ha prendido antes de lo previsto», indica el decano.
Aparte, avisa que hay que tener en cuenta que el edificio incendiado se construyó cuando estaba vigente la norma básica de edificación para la protección contra incendios del año 1996. Con el paso de tiempo aparecen nuevos materiales y las normativas se van actualizando. Después del código técnico del 2006, llegó la de 2009 y finalmente la del 2019, que es la referente al poliuretano usando en la fachada.
El decano pide tranquilidad porque «no se sabe lo que ha pasado». «No podemos actuar para prevenir una cosa que todavía no sabemos la causa y el origen», señala. A pesar de esto, asegura que se va a mirar e investigar para que, en cuanto se sepa que ha ocurrido, definir un estudio para «comprobar que proyectos se han ejecutado con esos parámetros».
También recuerda que en La Rioja no se usaba mucho en el 2006 la técnica del poliuretano por un tema de clima y de usar materiales más tradicionales. «No me suena que haya edificios composite en fachada ventilada». Además, apunta que las edificaciones proyectadas en esta región en el 2003 y 2006 no tienen tanta altura.
Por todo esto, asegura que las características de La Rioja son muy distintas como para decir que hay un elemento de riesgo. «No sabemos exactamente cual ha sido el material causante o lo que inició la llama y lo que lo propagó, aparte del viento», recuerda.
revisión. Por otro lado, Ángel Carrero destaca que el Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja ofrecerá sus servicios a los ayuntamientos de la región para revisar los edificios que lo requieran.
«Nos vamos a ofrecer para hacer esa revisión de los edificios cuando sepamos que es lo que tenemos que buscar. Pero hasta que no terminen la inspección judicial, no se sabrá», indica.
Aparte, el decano lamenta profundamente el fallecimiento de esas diez personas y alaba la actuación de los bomberos.