El auge de las energías renovables y el impacto de algunos proyectos sobre el territorio mantienen abierto un debate sobre la construcción de nuevas instalaciones, aunque en algunos casos la denegación de los permisos no responde a las medidas que se acaban de tomar de suspender temporalmente las autorizaciones a la espera de la Ley del Paisaje, sino a una tramitación ya en marcha años atrás y que ahora se resuelve. Es el caso de las solicitudes para montar tres plantas fotovoltaicas en el municipio de Alberite, que han caducado sin que los promotores hayan modificado los proyectos para adecuarlos a los requerimientos de numerosos informes desfavorables. 

Los tres parques solares, impulsados por sociedades distintas, Brisen Fotovoltaica SL, KS Spain Park Beta SL y Bogotá Fotovoltaica SL, aunque las tres pertenecen a los mismos administradores, habrían sumado una potencia total de 14,6 megavatios (cada planta, con potencia igual, estaba diseñada para 4,89 MW), mediante la instalación de 31.584 paneles solares y habrían ocupado una superficie de 47 hectáreas (469.000 metros cuadrados).

Todo ese desarrollo energético ha quedado en papel mojado, al menos por ahora, porque la Dirección General de Empresa, Energías e Internacionalización del Gobierno de La Rioja acaba de declarar su caducidad y da por concluida la tramitación de los tres parques. 

La razón es que los promotores de las tres instalaciones fotovoltaicas han agotado los plazos sin presentar los proyectos modificados según los requerimientos formulados desde distintas instancias, que emitieron en su día informes desfavorables y exigían numerosos cambios para poder darles el visto bueno. 

Dado que las tres plantas eran prácticamente gemelas, se ubicaban en la misma zona del municipio de Alberite y planteaban una línea común parra la evacuación de la electricidad que iban a generar, los reparos oficiales a los proyectos son prácticamente los mismos. 

Una de las cuestiones que han hecho inviables estas plantas solares se refiere a la advertencia formulada desde el servicio de emergencias SOS Rioja, que alertó de que los terrenos elegidos para instalar las placas fotovoltaicas se encuentran en una zona inundable. Ante esa cortapisa, SOS Rioja exigía variar los proyectos para que respetasen la geomorfología de los cauces y las bandas de afección ante posibles avenidas de agua.

Tampoco superaron los proyectos el visto bueno de la Dirección General de Infraestructuras, que emitió informes desfavorables al considerar que los accesos a los parques, por caminos agrícolas que conectan con las carreteras LR-250 y LR-259 no reúnen las condiciones idóneas y presentaban un peligro para los conductores.

restos romanos. El propio Ayuntamiento de Alberite emitió informe negativo al ver incompatible la construcción de los parques con la ordenación urbanística del municipio. Y también se opuso a los proyectos la Corporación de Villamediana de Iregua, principalmente porque la línea subterránea de evacuación de electricidad, que debía conectar con la subestación  eléctrica de esta localidad, atravesaría suelos urbanos y además afectaría al yacimiento arqueológico de la villa romana de La Morlaca, por lo que se exigía una ruta alternativa para esa red. 

El impacto sobre la arqueología de la zona, tanto ese yacimiento de La Morlaca como el de Villarejo, una villa de época romana altoimperial, en Alberite, así como la cercanía a los de El Pardo, en este mismo municipio, y el villametrense de Las Cortes, también suscitaron informes desfavorables de la Dirección General de Cultura.

La proximidad de la línea propuesta por los promotores para conducir la electricidad generada también chocó con la negativa de Nedgia, en uno de los proyectos, por la proximidad a sus canalizaciones de gas.