El colegio Adoratrices de Logroño ha optado por retrasar al lunes la vuelta de su alumnado a las aulas, a pesar de que el curso comienza oficialmente en La Rioja este jueves, para garantizar que el derribo de la antigua residencia, aledaña al centro educativo, no interfiere en la actividad docente y en la utilización del patio y el polideportivo.
La dirección del centro comunicó este martes a la comunidad educativa la decisión, autorizada por la Consejería de Educación del Gobierno de La Rioja, de demorar al lunes el comienzo de las clases «siempre que se cumplan los plazos de demolición previstos».
De hecho, el colegio señala en su comunicación que «en el caso de que hubiera alguna demora más en la obra, desde el centro se comunicará la nueva fecha de inicio, a través de redes sociales y grupos de difusión, así como desde la página web, debido a que la plataforma Racima no funciona. Todo ello para garantizar al máximo la seguridad del alumnado».
En principio, el derribo controlado del edificio anexo al colegio, una parte del cual se vino abajo en julio, cuando iba a ser reformado como residencia estudiantil, debía realizarse en dos o tres días para posibilitar el comienzo de las clases este jueves.