Arnedo, Elda, Menorca o Almansa compartieron ayer un espíritu común y muchos de sus ciudadanos se lanzaron a la calle para apoyar las reivindicaciones de un sector de gran importancia en sus territorios, cuyos trabajadores vivieron una jornada de huelga ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con la patronal sobre los términos de un convenio de un ámbito que emplea a 40.000 personas en España, más de 3.000 en La Rioja.
Un 95% de los trabajadores del calzado de Arnedo, que tiene en La Rioja un volumen de negocio de 400 millones de euros, secundaron la huelga, cifra en la que coinciden sindicatos y patronal, que considera que en el resto de las poblaciones fue poco significativo.
Arneplant, una de las mayores empresas en volumen de trabajadores de La Rioja, con 450 empleados, y ubicada en el polígono La Maja, fue la primera en iniciar el paro al no acudir los 90 trabajadores del turno de noche a sus puestos, arrancando una jornada de movilizaciones que se extendió a todas las plantas.
«La huelga ha sido casi total, quitando personal técnico, que se cree que va a heredar las empresas, los demás hemos parado», relataba Diego Belón, de Comisiones Obreras, que afirmaba que la mayoría de las empresas estaban cerradas a cal y canto, y «otras con dos o tres personas, pero tampoco mucho más».
Las movilizaciones sindicales han incluido piquetes informativos en Robusta, la otra empresa que tiene turno de noche, que también paralizó la producción, y durante la mañana «permanecieron todas cerradas», a excepción de «algún servicio de logística o almacén que está haciendo algún tipo de inventario, no sale ningún zapato de las empresas.
«Las cadenas de producción estaban todas paradas», explica Belón, que informó que la primera manifestación se produjo a las 8.30 de la mañana, que partió desde la Puerta Munillo -punto neurálgico de las protestas- hasta el polígono El Raposal, donde se concentra el grueso de las empresas del sector. Se trasladaron al trasladado al Centro Tecnológico del Calzado (CTCR), donde «echaron cuatro cánticos» al representante de la patronal riojana presente en la negociación del convenio. La jornada se cerró con una manifestación masiva en la que participaron 2.000 personas tras la pancarta 'Salario o conflicto en el sector del calzado'.
Las movilizaciones, según los convocantes, UGT y Comisiones Obreras, fueron un éxito en el conjunto del país, mientras las negociaciones del convenio continúan estancadas después de varios meses de reuniones. La última, celebrado el pasado 23 de noviembre en la sede del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) concluyó en fracaso, a pesar de que las posturas no se encuentran demasiado alejadas. Los sindicatos reclaman una rebaja de doce horas en la jornada laboral anual -la patronal ofrece ocho-; y un incremento salarial del 4 % para todo el año 2022 -las empresas ofrecen pagar desde julio-; del 4 % para 2023 del 2,5 % para el año 2024, y el 2 % para 2025, con cláusula de revisión del 80 % del IPC real.